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Libros

Alpha_Dog live journal

(Espero que este artículo no levante muchas ampollas, amigos milenaristas).

Habría que remontarse unos 7 años para vivir in situ la emoción con que se recibían las entradas del diario de Alpha Dog. Con este artículo queremos honrar su memoria como uno de los primeros y mejores precursores de los muertos vivientes on-line de la historia.

En zombi.blogia no hemos tratado con anterioridad este tema por resultar un tanto escabroso y difícil. Si os preguntáis los motivos de esta afirmación, pronto veréis por qué. Muchos los conoceréis de sobra. Trataré de resumir (como veis no se me ha dado muy bien) los pormenores de su magnífico diario apocalíptico.

Está escrito en forma de diario, algo muy habitual por aquel entonces en los livejournals (desterrados ahora por los blogs). Narra el día a día de un británico que acaba de regresar a Inglaterra y ha recogido un perro en la calle que se suma a los otros dos con que cuenta en su hogar. Esa misma noche ve las noticias de la BBC y se entera de que una sonda espacial acaba de estrellarse en Utah, EE. UU. La temperatura está inusualmente alta para la época del año y depués un avión se ha estrellado en algún lugar de Europa. Entonces una serie de tormentas asolan el Reino Unido... Un grupo de 50 ballenas ha encallado en la costa este de América sin motivo aparente. no para de llover y de llover... ¿Es el maldito fin del mundo?

Sigue lloviendo. Tras ir al centro a hacer unos recados se percata de que la presencia policial se ha cuadruplicado cuanto menos y todos llevan chalecos antibalas. Ha visto movimientos del ejército de tierra, cosa muy poco frecuente, sobre todo teniendo en cuenta que no los había visto en cinco años y vive muy cerca de una de sus bases. Chateando con un americano que vive junto a una base aérea descubre que estos días hay más tráfico allí que durante el primer mes de la operación Tormenta del Desierto. Otros internautas opinan que se trata de medidas antiterroristas... una teoría que encaja con el caso británico, dado que los terroristas islámicos amenazaron que el siguiente en caer tras el 11-S sería el aliado de los americanos, la pérfida Albión. 

Realiza otra visita el centro de la ciudad para equiparse con comida, papel de fumar y demás objetos necesarios para la acampada de varias semanas que tiene previsto llevar a cabo en unos días. Resultan alarmantes las desapariciones de personas que se están dando con demasiada frecuencia en los últimos días. Hay brotes de legionela en Inglaterra. Helicópteros en la noche, perros, policías y neumáticos chirriando por las calles. ¿Qué demonios está sucediendo? Se habla de un virus en EE. UU. pero solo de pasada en los noticiarios. 

El cielo se ha teñido de rojo... ¿solo el cielo? Es como si sus ojos lo vieran todo a través de un filtro rojo. Y hace mucho calor. La legionela campa a sus anchas por doquier. Y entonces llega el momento en que recibe el consabido consejo de «permanezcan en sus casas» y que algunos ciudadanos han dado muestras de «comportamientos violentos». Y que si se ha de salir de casa por alguna emergencia se ha de tener especial cuidado en evitar el contacto con «personas con aspecto poco usual» y que no se han de emprender ningún tipo de acción contra este tipo de personas, a parte de ponerlo en conocimiento de las autoridades locales. Los movimientos bancarios han sido congelados para evitar el desplome de la economía en EE. UU. La gente opina a partes iguales que se trata de Al Qaeda o de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Cuarentenas, infectados, inundaciones, datos confusos, gente desaparecida, el CDC, la NASA y la Guardia Nacional de Pennsylvania. La ley marcial va abarcando más y más estados americanos... 

Es un placer releer estas primeras entradas del diario de Alpha Dog. Recrea de maravilla el advenimiento del Apocalipsis zombi.

En algún momento habla del virus del Nilo Occidental, contraído a través de la picadura de un mosquito. Curiosamente, el 12 de agosto de 2002, la CNN publicó un artículo acerca de casos de ese virus en Atlanta, artículo que astutamente enlaza desde su diario. Y entonces pone hasta un mapita de la expansión del virus:

Entonces es cuando todos empiezan a notar como si algo terrible estuviera a punto de tener lugar. Vecinos que se van con la casa a cuestas, miedo en las caras, paranoia generalizada.

El mundo se va al carajo. Ya no se ve un alma por las calles. En las noticias de la noche dicen que una banda de asesinos caníbales han sido tiroteados hasta morir por la policía de Londres. Una pareja volvía de un pub cuando fueron atacados por tres de estos caníbales. Ella consiguió huir y consiguió parar un coche de la policía que no andaba muy lejos. Los tres tipos, en vez de huir, se quedaron mordisqueando al marido. Tanto la mujer como el policía resultaron heridos. ¿Se trata de un culto satánico o qué?

Este tipo de ataques caníbales empieza a repetirse por doquier. Están enfermos o drogados, dicen los testigos oculares. Él decide meterse en casa con su equipo de radioaficionado escuchar las transmisiones de la policía. La nueva plaga de la locura homicida caníbal se extiende por todas partes. La gente está aterrorizada.

Pero él sigue ahí, pegado al televisor, rodeado por sus inquietos perros, ávido de noticias que compartir con nosotros, sus lectores. Su vecindario parece desolado. Es entonces cuando empieza a prestar atención a lo que hacen los pocos vecinos que quedan a su alrededor.

La policía, el ejército, ambulancias atestan las calles de su barrio. Están evacuando su barrio. Alguien llamó a su puerta pero no quiso abrir. Ha decidido esconderse y vivir por su cuenta y riesgo en compañía de sus perros. Asomándose por la ventana ha visto como eran policías que marcaban con sprays el suelo, muy al estilo del Ángel exterminador. Los noticiarios mienten, la policía miente. La verdad está ahí afuera y él nos la va a contar con pelos y señales. 

También nos ofrece mucha información transcribiendo las conversaciones de la policía que puede captar con su equipo de radioaficionado. Las conversaciones ponen los pelos de punta, os lo juro.

Cada vez las calles están más silenciosas. Él procura hacer el más mínimo ruido al desplazarse por el interior de su domicilio. No puede decir lo mismo de sus perros... Su vecino ha regresado solo a casa. Sube y baja las escaleras de su hogar a toda prisa. ¿Qué le sucede? ¿Y su familia? Tienen lugar los primeros testimonios de que los ataques caníbales son perpetrados por seres humanos fallecidos. Muertos vivientes. ¿Os imagináis estar leyendo el diario apocalíptico de Alpha Dog y descubrir, de pronto, que se trata de muertos vivientes?

Una noche oye disparos en la calle. A la mañana siguiente comprueba que hay cadáveres sobre el asfalto. Su calle acaba convirtiéndose en un auténtico campo de batalla entre el ejército y los muertos vivientes. Su ventana, una butaca exclusiva en la ópera del fin del mundo.  

Me encanta cuando se refiere a los zombis como «those things». El caso es que «aquellas cosas» han invadido por completo el hospital cercano. Han cortado el gas. Su calle está llena de barricadas de cuatro metros de alto dejadas por el ejército que bloquean la carretera. La situación se ha ido de las manos totalmente. Empiezan los saqueos.

Una de las entradas más simples pero más aterradoras: «I can hear them. Outside. I seen them. Fuck. There are hundreds of them».

En las noticias dan las escalofriantes imágenes de un ferry envuelto en llamas en la costa de Norfolk. Mas de 600 pasajeros mueren abrasados. Pero eso se queda en nada en comparación con las imágenes tomadas por un helicóptero donde se ve como Corea del Sur desaparece totalmente bajo las aguas en un abrir y cerrar de ojos.

Su vecino lleva toda la noche haciendo mucho ruido, mucho más del que sería aconsejable. Llegó a oír como caía por las escaleras. Tiempo después, comienza a oirle golpear con los puños las paredes de su casa, completamente ignorante de que más de uno de esos seres está parado frente a su ventana. Si sigue atrayendo a esas cosas estará perdido, y como su puerta está a un metro y medio de la suya, él podría correr la misma suerte. Cree que debería hacer algo para calmarlo antes de que sea demasiado tarde. Se oyen gritos ahogados a través de las paredes... Un momento. ¿Y si su vecino es una de esas cosas? Muerto y encerrado en su casa... Decidido, encierra a sus perros en su habitación, desciende las escaleras con su ballesta en la mano y sale al jardín trasero con la idea de entrar por allí en la casa de su vecino. Pone celo en la puerta de cristal y lo rompe con sumo cuidado. No ha hecho mucho ruido, pero lo ha hecho. Y ahí está su vecino, bamboleándose escaleras abajo. Es uno de ellos, está claro. El pivote de la ballesta le atraviesa el cráneo. Regresa a su casa y tranquiliza a sus perros: «Todo en orden, chicos... solo he disparado a Steve a la cabeza...».

Trataré de ser más escueto, pero es que realmente dan ganas de contaros con detalle todo lo que nos narra el bueno de Alpha Dog. Lo siguiente que tratará de hacer es registrar el resto de casas accediendo a ellas por el patio trasero. Luego se dedicará a observar y describir a la docena de zombis que están entre las dos verjas de su calle: policías y civiles. Una vez eliminados se hará con un buen número de armas, equipo y municiones pertenecientes a los policías. Lleva mucho tiempo sin saber nada de su hermana ni de sus padres. ¿Estarán muertos? Cabe destacar el episodio en que la alarma de una de una casa no cesa de sonar atrayendo a un número creciente de «esas cosas» que se agolpan al otro lado de las vallas...

Luego, Alpha Dog iniciaría una etapa en la cual añadiría algunas imágenes supuestamente hechas por él mismo desde su escondite o del material que va recogiendo y atesorando en su hogar:

Cada vez el diario se va volviendo más intimista, oscuro, pues la mente de Alpha Dog se va perturbando cada día más debido a la soledad, el miedo, el silencio y la pérdida de cordura infligida por la contemplación de atrocidades sin número y la creciente sensación de ser la única persona viva en la Tierra. He aquí un ejemplo:

It was a plague wasn’t it?  
Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. It was real ... wasn’t it? Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Is it still real? Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Will it always be real? Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Can’t sleep. Thinking. Massacre. Pride. Destruction. Courage. Delusion. Rage. Fear. Expectations. Reality.
What is wrong with them?

También podéis bajaros un archivo de mp3 si pulsáis en la siguiente imagen. Se supone que es el audio del trailer de la película basada en el diario de Alpha Dog: Day of the Dog.  

 

Llevo varios días escribiendo esta entrada y es inevitable: uno acaba contagiándose del estilo directo y sencillo de Alpha Dog. Creo que no debo contaros nada más de su diario. Lo que debéis hacer es leerlo vosotros mismos. Es una auténtica perla apocalíptica.

Muchos os daréis cuenta de que la primera parte del famoso Mundocadáver/Apocalipsis Z de Loureiro está fuertemente basado en/influenciado por/plagiado de, lo que queráis, el diario de Alpha Dog. Pero Loureiro siempre defendió que de eso nada, monada. Pero es evidente en sí mismo que mientras el protagonista de AZ permanece en su hogar se están plagiando muchas de las escenas creadas por la brillante imaginación de Alpha Dog. Hay entradas traducidas literalmente, como aquella tan breve e impactante que os mostré con anterioridad. Es cierto, también, que Alpha Dog sabía crear un universo opresivo y claustrofóbico en el cual no se necesitaba nada más a parte de la calle, los chalés, los zombis tras la verja y los perros, y que todo eso a Loureiro, merced a su voracidad, se le quedaba en el hueco de una muela. Así que su abogado, clónico de Alpha Dog, solo que con menos carisma, decide salir de su casa. A partir de ahí no tenemos nada que reprocharle al astuto Loureiro. Pero no se puede negar, bajo ningún concepto, que el débito que tiene Loureriro con Alpha Dog es inmenso, pues inicia su historia plagiando basándose minuciosamente en la de Alpha Dog. Y él, erre que erre, insistiendo en que todo es mérito suyo y que no se fijó en Alpha Dog para nada. Y tenemos el libro, y luego llegará la película. Pero quiero que todos sepáis que Loureiro se sabía de memoria el diario de Alpha Dog, y que no me vengan ahora con lo de que afirmar esto es como decir que todas las películas de gladiadores son plagios de Espartaco. Por favor, que uno hasta se enfada con esta falta de principios, cortesía y redaños para admitir lo evidente. Es posible que muchos de los que leáis este artículo ahora pidáis mi cabeza en bandeja de plata. Yo solo os pido que leáis, en la medida en que podáis, Alpha_Dog.livejournal y luego lo comparéis con la primera parte de Mundocadaver.livejournal. Nada más que eso. Luego me decís qué opináis. 

Y, Loureiro... sinceramente pienso que se te debería caer la cara de vergüenza. Con lo sencillo que hubiera sido reconocer que sí, que alucinaste leyendo el diario de Alpha Dog, como nos pasó a todos los que lo leímos y que dijiste: voy a hacerlo igual, pero en español. Y luego te cansaste de estar encerrado en la casa y saliste y le diste una forma distinta a la historia. Pero no me niegues que la parte de la casa es tan idéntica a la de Alpha Dog, que solo se podría haber realizado a través de una imitación consciente.

 

«YO SOY EL ALFA Y EL OMEGA, EL PRINCIPIO Y EL FIN, EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO».
Apocalipsis de San Juan, 22:13

 

[UN ÚLTIMO LINK].

Primer capítulo de "Guerra mundial Z"

Por cortesía de la editorial Almuzara podremos disfrutar del primer capítulo de la edición en español de World War Z en pdf. No dejéis de incarle el diente infectado, zombiadictos.

Voy a tratar de informarme acerca de si se podrá comprar por internet, que sé que sois muchos los que pensáis en esa posibilidad. De momento podemos tener buenas expectativas al respecto de su venta internacional, dado el variado grupo de distribuidores fuera de España con que cuenta esta editorial cordobesa.

Que lo disfrutéis con salud.

 

 Cuando me arrodillé para examinar al primer paciente,
seguía perdido en mi grandiosa crítica cultural. La mujer
tenía mucha fiebre, cuarenta grados centígrados, y sufría
violentos temblores. Apenas coherente, gimió un poco
cuando intenté moverle las extremidades, y descubrí que
tenía una herida en el antebrazo derecho, un mordisco; al
examinarlo con más atención, comprobé que no era de animal.

 

Guerra Mundial Z

Gracias a Fluffy por mantenernos superinformados y al día de lo relativo a la edición en español de este libro a base de comentarios en nuestro artículo previo sobre World War Z. La editorial Almuzara lo pondrá a la venta el próximo 12 de mayo.

Por lo que nos comentó Fluffy, también le han dicho los de la editorial que pretenden editar paralelamente la Zombie Survival Guide del mismo autor.

¿Y ahora que hago yo, que tengo los originales en inglés? ¿Me compro la edición en español o qué?

Los que no tengan este problema no han de tener ninguna duda al respecto. Han de hacerse con un ejemplar (y quizá otro para regalar) de ambos libros lo antes posible. Max Brooks pretende salvarnos la vida. No le demos la espalda.

Cadáver exquisito viviente

Esta entrada, como ando con poco tiempo últimamente, la escribiremos entre todos juntos, si os parece bien. Es una idea que has surgido esta tarde en mi búnker hablando con Nata, de Lunares en los bolsillos (quien va a realizar un cadáver exquisito paralelo), y Alfie, de Videodromo (perdonadme que no haga enlaces, es que mi mac hace cosas raras con la mierda esta de blogia.com). Se tratará de un relato que crearemos entre todos sucesivamente, basándonos en lo anterior que leamos, a modo de "cadáver exquisito". Es decir, comienzo el relato y cada comentario subsiguiente ha de continuar la historia en el punto en que se quedó. El objetivo es crear un relato de género zombi con el mayor número de aportaciones posibles. Pudiera darse el caso de que dos personas estuvieran escribiendo al mismo tiempo a partir de un mismo punto de la acción y ambos publiquen su continuación casi al unísono. ¿Qué hacer en dicho momento? Uuummm, se aceptan sugerencias en ese sentido... Quizá una buena política es o bien escribir poco y con rapidez, o bien tener abierta una segunda ventana del blog que sea actualizada en varias ocasiones con el fin de ver posibles avances en la trama. Tampoco creo que este vaya a ser un problema frecuente, ¿no? Por último inicio el relato en segunda persona del singular, como si estuviera narrado a la manera de aquellos libros de "Elige tu propia aventura" y los librojuegos tan populares de los años ochenta. Soy un romántico, qué le voy a hacer. Sin embargo, cualquier cambio en este aspecto será bienvenido si lo creéis procedente.

Pues nada más. Espero que nos divirtamos con esto. =D

 

 

La castradora alarma del móvil llega hasta tus oídos y te obliga a abandonar abruptamente cualquier visión onírica que estuviera teniendo lugar en tu cerebro. Una inusitada claridad se cuela por las persianas de forma insolente, como reclamando que tus músculos se pongan en movimiento y procedan a transportarte hacia la alienación cotidiana del quehacer diario. Compruebas, alarmado por la claridad circundante, que no te has quedado dormido ni nada parecido. Entonces recuerdas que fue el sábado por la noche cuando medio planeta se puso de acuerdo en que a las dos de la mañana serían las tres. Tanquilo, aunque molesto y con el sentimiento de haber sido víctima de una estafa a escala planetaria —los humanos jugando a ser dioses, al margen de la naturaleza, como de costumbre— te pones en pie con rapidez y te diriges al cuarto de baño. Mientras te estás duchando te parece oír tu móvil sonando en un par de ocasiones. Te resulta extraño recibir llamadas a estas horas, pero decides terminar de asearte en vez de salir empapado a contestar.

Sales del baño y te pones la ropa interior, es entonces cuando recoges el móvil de entre las sábanas y compruebas que tienes tres llamadas perdidas de Bárbara. Casi consecutivas. No tienes ningún mensaje de voz grabado. Decides llamarla para ver qué le urgía tanto como para llamarte con tanta insistencia a las siete menos cuarto de la mañana. Su móvil está apagado o fuera de cobertura. Aun así le dejas un mensaje de voz en su buzón. Como te has entretenido más de lo debido en la ducha, optas por beberte velozmente un vaso de leche y dejar el desayuno para cuando llegues al trabajo. Qué daño no habrán hecho las máquinas de café y las expendedoras de comida a la salud de los trabajadores de hoy en día. 

Apagas la luz del pasillo de entrada, cierras con llave la puerta y llamas al ascensor. 

Caminando por el Valle de la Muerte

Os presento el premio Pulitzer de 2007, otorgado a una novela de temática postapocalíptica (ya sabemos de sobra que el tema triunfa últimamemente) de Cormac McCarthy. Si os dijera que ya conocía a su autor os mentiría, pero no es su primera novela, ha escrito muchas otras con anterioridad desde que naciera en Rhode Island en 1933.

El narrador tipo "yo protagonista" va dando saltos temporales del día a día actual a los días en que todo ocurrió. Todo comienza con un holocausto nuclear que arrasa el planeta. Una pareja trata de sobrevivir en los primeros días tras el desastre y mira con horror al futuro que les espera. La civilización se ha venido abajo y ella está embarazada...

Los personajes principales son el padre y el hijo que tratan de sobrevivir en ese mundo arrasado por las bombas nucleares. Armados con una pistola con una sola bala y empujando un carro de la compra con sus pertenencias y provisiones (amén de un par de mochilas con lo imprescindible por si se vieran obligados a abandonar el carro), viajan hacia el Sur con la idea de que allí el clima no será tan frío como lo es donde ahora se encuentran. Todo lo que les rodea es desolación y cenizas. El gris lo domina todo. No hay animales, no hay humanos, solo soledad, frío y hambre. Las latas de comida cada vez escasean más, el frío es cada día más intenso. De la lluvia han de protegerse con unos plásticos para no morir congelados. Esto me ha recordado inevitablemente a El país de la noche de William Hope Hodgson, con su protagonista viajando interminablemente hacia no sabe muy bien dónde en una noche infinita, rodeado de peligros y con sus pequeños rituales alimenticios cada cierto tiempo.

¿Dije que no hay otros humanos? Mentí... O tal vez no del todo. Hay otros, pero como dice el niño "son los malos". Son personas que buscan a otros seres humanos con fines exclusivamente culinarios: para alimentarse de ellos. No son zombis, pero te comen las tripas con el mismo interés o más, si cabe.

Debo decir que la traducción y la corrección de estilo de la traducción publicada por Mondadori dejan mucho que desear en algunos momentos. Pero si nos quedamos con su esencia de supervivencia postapocalíptica, la novela merece la pena ser leída.

Y Viggo Mortensen interpretará al padre en la cada vez más próxima adaptación cinematográfica.

Os dejo aquí con un par de fragmentos de la obra de McCarthy (en el primero de los cuales podréis comprobar que el autor se ha leído la guía de Max Brooks):

Los relojes se pararon a la 1.17. Un largo tijeretazo de claridad y luego una serie de pequeñas sacudidas. Se levantó y fue a la ventana. ¿Qué pasa?, dijo ella. Él no respondió. Entró en el cuarto de baño y pulsó el interruptor de la luz pero ya no había corriente. Un fulgor rosado en la luna de la ventana. Hincó una rodilla y levantó la palanca para tapar la bañera y luego abrío los dos grifos a tope. ella estaba en el umbral en camisón, agarrada a la jamba, sosteniéndose la barriga con una mano. ¿Qué es?, dijo. ¿Qué pasa?
No lo sé.
¿Por qué te bañas?
Yo no me baño.

[...]

Somos supervivientes, le dijo desde el otro lado de la lámpara.
¿Supervivientes?, dijo ella.
Sí.
¿Se puede saber de qué demonios hablas? No somos supervivientes. Esto es una película de terror y nosotros somos muertos andantes.
Te lo suplico.
Me da igual. Me da igual si lloras. Para mí no significa nada.
Por favor.
Basta.
Te lo suplico. Haré cualquier cosa.
¿Como qué? Debería haberme decidido hace ya tiempo. cuando quedaban tres balas en la pistola en lugar de dos. Fui una estúpida. Ya lo hemos hablado un montón de veces. No me he convencido yo sola de esto. Me han convencido a la fuerza. Y no puedo más. Incluso había pensado no decirte nada. Probablemente hubiera sido lo mejor. Tienes dos balas y luego ¿qué? No puedes protegernos. Dices que darías tu vida por nosotros pero ¿de qué sirve eso? Si no fuera por ti me lo llevaría conmigo. Sabes que lo haría. Es lo más adecuado.
Estás desvariando.
No, estoy diciendo verdades. Tarde o temprano nos cazarán y nos matarán. A mí me violarán. A él también. Nos van a violar y después de matarnos nos devorarán pero tú no quieres reconocerlo. Tu prefieres esperar a que eso pase. Pues yo no. No puedo. [...] Antes hablábamos de la muerte, dijo. Ya no. ¿Y sabes por qué?
No. No lo sé.
Porque la muerte está aquí. No hay otra cosa de que hablar.
Yo no te abandonaría.
Da igual. Eso no significa nada. Puedes considerarme una pérfida zorra si así lo quieres. Me he echado un nuevo amante. Él puede darme lo que tú no.
La muerte no es ningún amante.
Por supuesto que sí.
Por favior no me hagas esto.
Lo siento.
Yo solo no seré capaz. Pues no lo hagas. Yo no puedo ayudarte. Dicen que las mujeres sueñan con el peligro que les acecha a sus seres queridos y que los hombres sueñan con el peligro que corren ellos mismos. Pero yo no sueño nada. ¿Dices que no eres capaz? Pues no lo hagas. Así de sencillo. Porque yo ya estoy harta de mi prostituido corazón y lo estoy desde hace tiempo. Hablas de tomar una actitud pero no hay ninguna actitud que tomar. El corazón me lo arrancaron la noche en que él nació, así que ahora no me pidas que me dé pena. Es posible que lo consigas. Lo dudo, pero quién sabe. Lo único que puedo decirtees que tú solo no sobrevivirás. Lo sé porque yo nunca habría llegado hasta tan lejos. Una persona que no tuviera a nadie haría bien en apañarse un fantasma más o menos pasable. Insuflarle vida y mimarlo con palabras de amor. Ofrecerle migas de fantasma y protegerlo con su propio cuerpo. Por lo que a mí respecta mi única esperanza es la nada eterna y la deseo con toda mi alma.
Él no dijo nada.
No tienes argumentos porque no los hay.
¿Te despedirás de él?
No.
Espera al menos hasta mañana. Por favor.
Tengo que irme.
Ella se había puesto ya de pie.
Por el amor de Dios. ¿Qué voy a decirle?
No puedo ayudarte.
¿Adónde vas a ir? Si nisiquiera ves.
No me hace falta.
él se puso de pie. Te lo suplico, dijo.
No. No me despediré. No puedo.

[...]

¿Tú tenías amigos?
Sí.
¿Muchos?
Sí. Muchos.
¿Te acuerdas de ellos?
Sí, me acuerdo.
¿Qué les pasó?
Murieron.
¿Todos?
Sí. Todos.
¿Los echas de menos?
Sí.
¿Adónde vamos?
Vamos hacia el sur.
Vale.

Zombis haciendo yoga:

Se trata de un vídeo para promocionar un libro que promete ser interesante: The Zen of Zombie: Better Living Through the Undead (Skyhorse Publishing). Impagable la reseña que os mostramos más abajo...

Do you struggle out of bed each morning and sway lifelessly across the room, mouth agape, arms hanging slack, murmuring unintelligibly? Well, take heart: you’re not alone!  But these other staggering, limp, perpetually drowsy folks just happen to be zombies—and it turns out they can teach us a lot about enjoying life. And only here, between the covers of this book, will you learn their secrets to happiness. Learn how to slow down and move at your own pace, become your own boss, and just devour those irritating people who get in your way. And there’s more, because zombies can offer no-nonsense advice on love, playing to your strengths, and on becoming more adaptable.

Me pregunto cómo no nos habíamos dado cuenta de lo mucho que podemos aprender de nuestros queridos y temidos muertos vivientes (nos referimos aquí a los lentos, no a los rápidos). Su tranquilidad y su estoicismo a la hora de desplazarse; se acabó eso de ir a carreras, totalmente estresados, sin tiempo para reparar en lo hermosa que es la vida. ¡Abandonemos las prisas de nuestra sociedad! ¡Abajo la ansiedad!

En zen of zombie encontraréis el making of del vídeo, así como enlaces a los diferentes periódicos que recojen noticias acerca del evento que tuvo lugar en East River State Park, New York. Si queréis comprar el libro podéis hacerlo por Amazon

 

World War Z

World War Z

(Por cortesía de Blogger in the Shadow).

Max Brooks es un señor que aparte de ir a los institutos a enseñar como se matan zombis es ampliamente conocido a lo largo y ancho de la red por su gloriosa contribución a nuestra causa en forma de manual de supervivencia en caso de advenimiento zombi (obra que dicho sea de paso Zombi y yo gustamos de regalar a familiares y conocidos en plan “léase esto... puede salvar su vida”). Sin embargo poco o nada  se ha hablado de su segundo libro sobre zombis: World War Z.

World War Z (WWZ en adelante) es un libro que supera al anterior, mientras la guía te enseña, te entretiene y te muestra  (como el libro de Petete.. pero con zombis), este da miedo. Mucho miedo. De principio os advertimos dos cosas; la primera es que al igual que la guía ni está traducido ni tiene visos de estarlo en breve; la segunda es que a priori algunos encontrarán que no es un libro fácil de leer, está escrito en forma de entrevistas a los supervivientes del Holocausto Zombi que asoló la tierra a principios del siglo XXI. Pero que conste que digo a priori, pues en realidad es uno de los libros mas entretenidos que he leído en mucho tiempo, está narrado de una manera magistral y los testimonios son geniales (además sus “falsas” entrevistas tienen bastante mala leche). Brooks utiliza la realidad geopolítica  y humana que configura nuestra era, la analiza y la rescribe pensando cómo afectaría a las personas y al mundo en el que vivimos el Apocalipsis Zombi, usando esas micro historias para acabar contando una visión global del pasado, presente y futuro de una tierra infestada de muertos que caminan.
WWZ recoge los testimonios de los primeros contactos con los infectados, de cómo la epidemia comienza en China y utiliza las vías de la inmigración ilegal y el trafico de órganos para escapar del  (inútil) control  que intentan imponer las autoridades chinas, de cómo Israel se huele el percal y se somete a una “cuarentena voluntaria” mientras la CIA no se entera de nada hasta que es demasiado tarde; de cómo reacciona la industria farmacéutica a lo que está pasando (intentando sacar tajada del pánico), de la futilidad de los conceptos de guerra moderna frente a una marea de muertos vivientes que avanza sobre tu posición, del canibalismo entre los supervivientes, de la locura colectiva que se apodera de la humanidad, de las primeras comunidades, de los medios, de la religión, de la sucesión de errores que lleva al casi exterminio de la raza humana y, finalmente, los éxitos en la lucha contra los muertos vivientes para recuperar un planeta que ya nunca será el mismo. En resumen, un libro que nos ha encantado, en palabras de Simon Pegg (aka Shaun of the Dead): te hace plantearte si Brooks no sabe algo que los demás desconocemos…

Deciros por último que a estas alturas ya sabréis (y si no, os lo contamos) que la noticia de hace unos meses en todos los foros de zombis era que habían comprado los derechos y que iban a hacer una película. La verdad es que una vez leído el libro uno ve difícil que acaben haciéndola, su misma estructura (sin una trama directa ni protagonistas definidos) seguro que  hace difícil de digerir WWZ en los despachos de los productores con lo que dudo que el proyecto acabe llegando a buen puerto (o al menos en la manera en que debiera hacerlo).

Como muestra del tono que impera en el libro me he tomado la libertad de traduciros un pasaje y ponerlo aquí para que veáis de qué va WWZ (espero que la SGAE no nos cierre la página).


Base de la Guardia Nacional de Parnell: Memphis
Gavin Blaire. Pilota uno de los D-17, dirigible de combate de la Guardia Nacional; en la vida civil pilotaba un dirigible de Fujifilm.

Se extendían hasta el horizonte, coches, camiones, autobuses, cualquier cosa que se pudiera conducir, vi tractores y hasta una mezcladora de cemento (…). La gente iba montada encima de cualquier cosa, en los techos, en los huecos para el equipaje, en cualquier sitio; me recordaban a esas fotos de la India donde se ve un tren lleno de gente colgados de cualquier hueco como monos. La carretera estaba flanqueada por todo tipo de basura en los arcenes, cajas, maletas, inclusos muebles (recuerdo que vi hasta un piano), también coches abandonados, algunos desmontados o quemados. Y gente. Multitud de personas caminaban a lo largo de arcén o entre el monumental atasco, algunos golpeaban en los cristales mientras sostenían cosas en las manos que intentaban vender a los ocupantes de los vehículos, e incluso algunas mujeres vendiéndose a si mismas…probablemente por gasolina o tal vez por algún sitio en un coche, cosa que no entiendo por que andando se iba mucho mas rápido.
Continué en dirección inversa al atasco principal, a unos 45 kilómetros el trafico se movía un poco, lo cual lejos de hacerlo todo mas calmado hacía mas caótica la situación con coches dando las luces a los de enfrente, empujando o tocando el claxon, y había gente en los arcenes, tumbados sin moverse apenas o completamente inmóviles. Entonces vi a la gente corriendo, algunos llevaban cosas y niños en brazos, otros solo corrían… y un par de kilómetros después descubrí el porqué.
Esas criaturas estaban entre los coches. Los conductores intentaban abandonar la carretera para acabar atascados en el barro y aquellos que estaban en las vías interiores se encontraron con que los coches estaban tan pegados los unos a los otros que no podían abrir las puertas para escapar. Esas cosas usaban las ventanas abiertas y sacaban a la gente a la fuerza o se metían ellos dentro de los vehículos. Los conductores atrapados cerraron las ventanillas y cerraron los cierres. Nadie podía entrar pero ellos tampoco podían salir. A algunos les entró el pánico y comenzaron a disparar a través de los parabrisas destrozando así la única protección que tenían. Los muy imbéciles. Podían haber logrado aguantar unas pocas horas allí dentro o alguna posibilidad de escapar luego. O si no la había, al menos tenían una opción para matarse rápidamente. Cualquier cosa menos que te pillaran.
La horda continuó entre los coches devorando el camino literalmente, por la carretera atascada mientras todos esos pobres desgraciados intentaban escapar. Y eso era lo peor pues estaban huyendo a ningún lado. Esto era la I-80, un tramo de autopista entre Licoln y North Platte. Ambos lugares estaban infestados de esas cosas, al igual que todos los pueblos entre medias, les vendrían por los dos lados. ¿En qué demonios estaban pensado? ¿Quién organizó este éxodo? ¿Acaso la gente vio una hilera de coches y se iba sumando sin preguntar? Entonces intente imaginarme lo que sea que pasaba allí abajo, lo gritos, los lamentos, los niños llorando los perros ladrando, toda esa gente sabiendo lo que les venía pisando los talones, y esperando, deseando, que alguien, en algún lugar, supiera a donde estaban huyendo…
Me recordaron a esa historia, no sé, tal vez sea una leyenda urbana, de un periodista americano que se plantó ante el quicio de una puerta en Moscú y cuando se quiso dar cuenta tenía cada vez más y más personas plantadas detrás de él formando una cola interminable.

Cell, zombies con politono

Cell, zombies con politono

Aunque Stephen King no sea santo de la devoción de la mayoría de los redactores de este blog, no hay que olvidar que ha hecho alguna que otra contribución al género zombie sin zombies. Es decir, a ese tipo de películas que se basan en la misma idea que una de zombies pero en que el mal se encarna en otros animales, cosas o personas infectadas como Cuando ruge la marabunta, Los pájaros o Aliens.

Ejemplo de la contribución de King al género es su novela y adaptación al cine dirigido por sí mismo La rebelión de las máquinas. ¿De qué va? Básicamente es coger el guión de la Noche de los muertos vivientes y sustituir con el word zombie por vehículo de motor y casa en el bosque por gasolinera. Para el que le parezca que soy un exagerado, allá va la sinopis de la peli:

Cuando el cometa, aprentemente infensivo, Rhea-M gira alrededor de la Tierra, las máquinas empiezan a hacer cosas extrañas. Al principio, los problemas aparentan ser menores: las bombas de gasolina de pronto dejan de funcionar, los juegos de vídeo se descontrolan totalmente y las máquinas de refrescos devuelven monedas y botes de cola descontroladamente. Pronto, los ataques son más graves, no hay lugar seguro, incluyendo la parada de camioneros Dixie Boy, donde clientes y empleados tratan de ganar la partida a estas terroríficas máquinas. Con unas armas escondidas en el sótano de la parada de camiones Dixie Boy, Bill Robinson (Emilio Estévez) conduce una escapada hacia el mar abierto en el último esfuerzo para salvarse a sí mismo, a su grupo y, a toda la raza humana.

Bueno, y ahora vayamos al meollo del artículo, la última novela del feo de Maine es Cell, publicada anteriormente por entregas en internet y luego pasada a papel que es más lucrativo. ¿De qué va Cell? Pues ahí va otro cortar y pegar (esta vez mío):

El día 1 de octubre a las 15:03 se envían mensajes a través de los teléfonos móviles que convierten a todos los que los reciben en zombies asesinos... Se desata una locura criminal y destructiva de la que pocos escaparán, y los que lo logren tendrán que sobrevivir en un mundo totalmente transformado. Terror puro, el retrato de un mundo escalofriante que nunca volverá a ser el mismo.

Cell puntúa bastante alto en interés para los expertos en zombilogia, ya que el inicio de la infección y la conversión de los adictos al móvil en una especie de infectados al más puro estilo 28 días después y el atrincheramiento cumple con todos los clichés del género. Después, el inicio de una huída por las carreteras del mundo postapocalíptico no tiene tampoco desperdicio, así como el análisis del comportamiento de los seres humanos tras esa crisis.

Posteriormente, la novela se va por derroteros más fantásticos con las paranoias habituales de King pero aún así se puede decir que resulta interesante. La novela en sí está escrita de forma muy aséptica, casi pensando más en su adaptación al cine que en otra cosa y en ningún momento logra que los supervivientes te importen demasiado así que no la recomendaría si no fuera porque es de zombies y hay que leerlo y verlo TODO.

Y hablando de adaptaciones al cine, está ya anunciada la de esta novela, cuyo rodaje comenzará el verano del 2007 (más info aquí http://www.imdb.com/title/tt0775440/ ). La adaptación se llamará Cell y será dirigida por Eli Roth, al que recordaréis de Hostel y guionizada por Scott Alexander y Larry Karaszewski (Man on the moon y El escándalo de Larry Flint entre otras).

 

 

El Día de los Trífidos

El Día de los Trífidos es una excelente novela de temática apocalíptica que ha editado recientemente Ediciones Minotauro. 

Texto de la cuarta de cubierta:
Unas extrañas luces verdes han aparecido en el cielo y la mayor parte de la humanidad ha alzado la mirada para contemplar el fenómeno. A la mañana siguiente todos despiertan ciegos. Las pocas personas que conservan la vista inician la lucha por sobrevivir en un mundo que se debate entre la desesperación y la barbarie. Uno de ellos es Bill Masen, que se encuentra ingresado en el hospital, recuperándose del ataque de una planta mutante creada por el hombre: los trífidos. Se trata de enormes vegetales capaces de moverse y que han desarrollado una especie de lengua venenosa con la que agreden a los humanos. Ahora que han descubierto la debilidad de éstos, los trífidos se disponen a heredar la Tierra..., si los supervivientes no lo impiden.

El libro tiene multitud de "momentos zombi", con esas muchedumbres cegadas que andan dando tumbos por las calles de un Londres arrasado, pisoteándose, agolpándose entorno a coches en marcha con el único afán de obligar a su conductor (evidentemente con capacidad de visión) a que les consiga comida o para que les sirva de objeto sobre el que descargar toda su ciega ira...

Resulta muy interesante la reflexión que se hace sobre la supervivencia y los métodos que se llevan a cabo para abandonar Londres y huir del mundanal ruido.

De imprescindible lectura, así como recomiendo el visionado de la serie de la BBC basada en esta obra. Yo la compré por Amazon. Está en inglés y los únicos subtítulos que hay son en inglés para sordomudos.

También hay una peli de 1962...